15/10/12

Ya no sé de que mierda hablo.


La única manera de entender es conociendo. Y la manera de comportarse es usar esos conocimientos. Te presento un ejemplo para que sea más ilustrativo: Queres entender por qué actúo así… deberás conocer mi pasado y antecedentes, deberás preguntar o buscar la manera de saber. Principalmente tendrás que conocer lo que siento. Para comportarse antes de conocimientos necesitas querer hacerlo, una vez que conozcas lo que hubo antes de ti deberás comportarte de manera que yo pueda bajar la guardia. No intentes halagarme  lo superficial no me interesa… estoy cansada de imbéciles.
Las excusas sirven mucho a la hora defendernos, al igual que el silencio, los gritos o el común “no sé”. Por ejemplo las primeras sirven para no salir, para no atender el teléfono, para llegar tarde. Las segundas para no dar pie a que más a delante nuestras palabras se usen en nuestra contra. Los terceros, en cambio, son una forma de defender nuestro poder, alimentar nuestro ego, o simplemente identificar que quien grita se quiere hacer escuchar. El ultimo concepto presentado lo tomo como una forma de evadir una respuesta que pueda causar una consecuencia, que ya sea conocida o no, puede afectar a uno mismo.
Igual debo decir que el no saber responder aún me tiene descubriendo sus sentidos, porque a veces las miradas que lo acompañan puede revelar su significado, tal vez cómplice o quizás indeciso. Pero siempre da una respuesta si la sabes descubrir.
Alguna vez desee esa frase del libro que más me gusto leer... que aunque para muchos es una mierda a mi me gusto y es:”Te garantizo que no volverás a verme. Podrás retomar tu vida sin que yo interfiera para nada. Será como si nunca hubiese existido” El ser que más amo en su vida la estaba dejando para siempre, y él se comportó como un hombre en ese momento e hizo lo que mejor le parecía para no lastimar a la otra persona, decidió no jugar con ella y desaparecer para simplemente dejarla ser. Igual al final el termina volviendo porque piensa que ella se suicida, digamos que fue cosa del destino que su hermana vea solo una parte de la historia y no toda la secuencia que le hace pensar que ella se mata.
La quería con todo mi cuerpo, la necesitaba. Realmente quería que saliera de sus labios para hacerme la idea de que realmente nunca podrá ser. La creaba en mi mente como si la dijera en varias ocasiones que hablaba solo para no despertar ansiosa de que quizás responda un mensaje, de que quizás se dé cuenta que si quiere una vida conmigo. Pero esa frase nunca llego, no la escuche y me canse de imaginarla. Hoy en día la exijo, porque ya no puedo vivir de ilusiones. Si realmente crees que es imposible solo di que no me quieres ver, dime que hay otra me da igual si es verdad o mentira, solo haz lo que me asegure despertar con ganas de otra cosa que vos.
Debo decir que hoy estoy como nunca, admito que tampoco sé lo que quiero. Hasta hace un par de horas quería vivir con vos lo que resta de vida –esperando que sea poca- soportando cualquier cosa solo para estar a tu lado. Uso el término “soportando” porque realmente es una tortura lo que vengo viviendo hace un mes, y hasta me ayudo a ver que antes no notaba todo esto. Si, tortura… qué peor para mí que sentirme desplazada de lo único a lo que yo me había aferrado. Eso me pasa por no cumplir mis promesas “Nunca esperaré nada de nadie así nadie me decepciona, jamás amaré a alguien fuera de mi porque nadie dará por mí lo que yo doy cuando amo”. Sentir que avergüenzo a la única persona que le mostré como soy en realidad, a la persona que le di un manual donde decía cada una de mis debilidades. Sentir que no le importó a quién me importo más que mi propia vida, mis amigos, mi familia, mi forma de ser, mi ego, mi humillación. Desear no valer nada por mí misma si no tengo a quien contarle mi éxito a quién mostrarle hasta donde puedo llegar, cuando antes solo quería demostrarme a mí misma que podía cosas que nadie.
No sé qué es lo que quiero porque aún no me encuentro en todo esto, hay tanto bullicio. No me encuentro entre tanto ruido, apenas escucho mis pensamientos en esta ciudad. No logro verme al espejo sin imaginar que se muestra a mi lado. No puedo pretender saber a dónde voy, si ni siquiera recuerdo de dónde vengo ni que soy ni por qué. Como querría lograr descubrir hacia donde voy si mi meta desapareció en cuanto desperté de una historia hermosa. Como encontrar lo que quiero entre tanto superficialidad, entre un mar de gente que se mueve por inercia con direcciones impuestas.
Como querer hacerme bien si al parecer mi inspiración, últimamente, es la continua tortura. Cada hilo de mi voz se pierde en el vacío inmenso que hay a mi alrededor. Cada intento por respirar se vuelve aún más difícil que el anterior, y las risas son buenas formas de hacer sentir bien a quienes me quieren. Acabo de escuchar un por qué referido a lo antes dicho de las sonrisas, y aprovecho a contestar… contexto: mis amigos buscan ponerme bien, ya no soportan que quiera estar encerrada, que no quiera ser feliz –esto dicen ellos- y se preocupan constantemente sobre el tema que me tiene tan callada. Si no sonrió cuando me obligan a salir de esto pensarán, sabrán. Que estoy pasando por una fea situación y que no son de ayuda por el momento. Entonces encontré la forma de hacerlos sentir bien, y hasta quizás sacar algo real de mí, y sonreír para que sepan que aprecio su trabajo aunque no cause efecto en mí solo por el hecho de que están ahí, en todo momento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dame tu opinion, dime lo que piensas, vamos a ver si podemos cambiar el mundo! (: Me vas a ayudar :).
Y si comentas y opinas me vas a ayudar mas (: