El cuadro

Se desvanecia de forma tenue en el cuadro mientras se mojaba bajo la lluvia, el acrilico que se iba dispersando y las gotas reunian colores inimaginables para la mente de cualquier ser humano. Se fusionaron el amarillo de las ojas de los arboles con el tono violacio de la fruta que tenia en su mano, el color era hermoso, pero la gota se callo del cuadro y mancho todo el camino dando luz y esperanza a aquel pueblo sin espiritu. La lluvia no cesaba y el cuadro se iba destiniendo cada vez mas, no quedaban ni siluetas ni marcas de que alguna vez alli algo existio, solo se veian colores, tanto frios como calidos manchando todo el fondo.

Esa niña dibujada ya no existia, tras el agua y los colores se perdio su sonrisa que llenaba de magia el cuadro. La fruta que sostenia con sus manos, esa manos de muñeca de porcelana. Con las uñas a la francesa y con el tamaño justo, era tal la perfeccion de sus muñecas. Sus bucles formados por el mejor estilista del sistema solar, fue buscado en todas partes hasta que el pintor lo encontro en el fondo del mar. Hizo los risos morochos, con tonalidades mas claras en algunas mechas, un diametro a corde con su rostro bello. Su flequillo centraba su mirada y la vez le daba fuerza despiadada que hacia parecer como si mirara hacia tras de la persona que el cuadro obserbara, estaba como anunciando algo, prediciendo lo que sucederia dos segundos mas despues de que el obserbador corra su mirada hacia el cuadro de otro pintor. Sus ojos color marron, con tonos rojizos en su interior, estaban diseñados e inspirados en el fuego de una noche fria, donde el pintor se saco la camiza y espero el amanecer frente a su hogar prendido.

Su nariz, perfecta y pequeña, puntiaguda y refinada acompañada de alguns pecas bastante claras, que daban fuerza a la picardia de cualquier niña que no era ingenua. Mostraba su boca mas rosa de lo normal, que mientras mostraba la sonrisa parecia que de algo quiciera hablar. El vestido, celeste cargado con moños y cosas extrabagantes y exageradas denotaban el sufrimiento de aquel pintor ante las circunstancias que la vida le habia presentado. El cuadro terminaba aqui con colores mesclados entre magia y fantacia, percepcion de una tarde de otoño acompañada por el sol de media tarde.

Pero su significado, su forma de expersar es lo que hizo a este cuadro tan grande, e importante para los demas. Mostraba el problema de esta niña de verse frente aun espejo, vestida de adulta sin poder mostrar su niñez. Con cosas exageradas y tanta perfeccion, solo daba a ver lo que los otros deseaban sin mostrar nada de si misma, sin mostrar lo que realmente era. Atrapada entre marcos y una tarde congelada, se vio obligada a hacer caso a la lluvia y dejarse liberar por aquellas gotas que la borraron del lienzo que le dio la vida, que le aporto vigor, esperanzas y ganas de amor.