Azul

Estabas ahí, recostada
con tan solo un botón de mi camisa abrochado...
camisa blanca y tanga negra, a tu estilo... DESFACHATADA.
Recostada con tus mechones azules colgando de la esquina de la cama,
que ocupaba el lugar de sillón y a la vez de espacio recreativo.
Con tus pies desnudos, posados uno sobre el otro
jugueteando con tus dedos entrelazados.
Tus mechones color azul colgaban de un extremo
pero tu cuerpo, tan perfecto y recostado...
en ese momento solo deseaba una mísera pizca de talento para el dibujo
necesitaba esbozar la perfección de tu posición...
Era único, inigualable, mágico, deseable... angelical y a la vez tentador
no eras cualquier cosa, cualquier figura, cualquier mujer,
eras lo más hermoso que habían mis ojos osado ver.
Seguías ahí, recostada y semi desnuda
con la mirada perdida vaya a saber dios pensando en qué.

Tus preciosas pupilas color café se encontraban refugiadas bajo los bellos parpados maquillados de tu rostro. Tus pestañas, tan largas y cargadas de maquillaje no eran más que una forma de redondear lo que aquella noche de verano recostada te mostraba.
Estabas ahí, tan perfectamente ubicada... en tiempo y espacio ideal para que yo saltara a abrazarte y jugará con tus preciosas mechas azules. Pero me acobarde, y refugiado en tu mente me quedé.